COINCIDENCIAS
Tú allá yo aquí.
Entre los dos se opone un océano
de dimensiones formidables
Por ahora
debemos cuidar el afecto
como baluarte de nuestra alegría
temporal y definitiva
como contrario de nuestra distancia
temporal —no definitiva.
Cuidarlo de los intrusos y sus intrusiones.
Del mar y su marea.
Mientras
a veces cuesta bastante aprender
acerca de ausencias y barreras,
y ser solo
y tú sola
lejanos
sin más.
Sin embargo aclaremos
más allá del profundo azul
Estás tú con más de veinte primaveras
persiguiendo las mías.
No será tarea fácil sorprenderte—si placentera—
aunque uno de estos días
no sé si mañana
o tal vez pasado
despierte jubiloso y animado
y me haga a la mar
olvidando que distantes están tus costas
si tengo en cuenta
o mejor
si recuerdo
Porque llevo nombre
de marinero.
Siempre tuyo,
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